Desde pequeño, el deporte ha sido mi vida. Crecí jugando fútbol profesional, y cuando mi camino en las canchas terminó, encontré en el CrossFit un nuevo desafío. Quería ser mejor, entender mi rendimiento y llevar mi cuerpo al siguiente nivel. Fue ahí donde comenzó mi viaje en el coaching: primero estudié para mejorarme a mí mismo y, sin darme cuenta, terminé ayudando a otros a hacer lo mismo.

Creo firmemente que cuando tú eres tu mejor versión, puedes inspirar auténticamente a los demás. No se trata solo de entrenar duro, sino de alinear tus acciones con lo que realmente quieres lograr. Por eso, vivo bajo dos principios inquebrantables: trabajo duro y consistencia. No hay atajos, no hay excusas. Si quieres resultados, tienes que poner el esfuerzo día tras día.

Sé que la buena intención no es suficiente. Por eso, siempre estoy aprendiendo, perfeccionando mis conocimientos y buscando nuevas formas de ayudar a quienes confían en mí. Para mí, la excelencia no es un punto de llegada, sino un camino de mejora constante. No busco ser perfecto, pero sí darlo todo en cada paso del proceso.

Mi objetivo como coach es claro: ayudarte a desbloquear tu verdadero potencial, tanto físico como mental. Quiero que veas de lo que eres capaz cuando trabajas con disciplina, propósito y determinación. No importa dónde estés hoy, lo importante es a dónde estás dispuesto a llegar.